martes, abril 18, 2006

TAI-PAN

capitan

Cuaderno de bitácora del Capitán de Goleta Augustus Lucero. Día Décimoséptimo del cuarto mes del año de Nuestro Señor Jesucristo 2006

"Durante el reinado de la dinastía Tsing, en tiempos de la guerra del opio y la colonización inglesa de Hong Kong, China pronunció un mandato por el cual las relaciones comerciales con los bárbaros extranjeros debían de producirse siempre mediante un Tai-Pan (大班), un término cantonés equivale a una suerte de "clase especial" y que designaba a alguien para que dirigiera los asuntos comerciales con China según las antiguas costumbres.

Esto es historia, pero cuenta la leyenda que el título era otorgado por unanimidad por los curtidos capitanes de los clippers al más capaz y carismático entre ellos. Fueron siempre hombres sobresalientes, nacidos para moldear el mundo, y aún fue el primero de su nombre el más increible: un fiero escocés con el pelo del color del fuego que llevaba el mar de aquellas latitudes en sus ojos verde esmeralda.

halong sunset
Narran los marineros a la luz de las estrellas que Tai-Pan estaba siempre en la cuerda floja, sometido a mil presiones y teniendo que negociar con los mandarines, los recién establecidos hongkonitas y los propios mercantes y autoridades inglesas. Y así un día el Tai-Pan perdió la gracia del mar. Anclado en tierra y acuciado por los problemas, su alma se debilitó; sus ojos perdieron su brillo y el pelo se le caía a mechones. Todos le daban ya por muerto cuando el Tai-Pan desapareció. Una noche sin luna su barco abandonó el puerto de Hong Kong navegando en silencio y se perdió en la bruma.

Volvió al cabo de una semana, en la proa de su buque, con los cabellos ondeando al viento y sus ojos dos faros visibles desde la distancia. Nadie sabía, ni se atrevió a preguntar, dónde había estado, pero al escuchar esta historia en la cubierta de un barco, uno cata el sabor de la sal marina y siente la brisa nocturna en el rostro; comprende y sonríe...

Demasiado tiempo llevaba anclado en tierra hostil, en una sociedad sin duda interesante pero muy poco humana, con un trabajo que no se puede calificar como tal, lejos de mi familia, de mis amigos y de mi dama por un tiempo ya muy prolongado...
ship head
Así que solté amarras, puse proa a Vietnam y dejé que el sol, el mar y la montaña me curaran. Relataré mis aventuras en próximas entradas de mi diario, pero baste decir aquí, para seguir con el tema que nos ocupa, que planté mis piés descalzos sobre la cubierta, sujeté el timón con firmeza y sentí que de nuevo gobernaba el rumbo de mi vida, que volvía a mí el chi, la energía y la sonrisa.

Ayer regresé a Japón y cancelé el contrato que me mantenía anclado en tierra. En las próximas dos semanas ultimaré mis asuntos en territorio nipón y después... dedicaré unos meses a explorar estas tierras: destinos exóticos, aventuras aseguradas y la emoción del viaje..."

¡El capitán Augustus Lucero vuelve a navegar!

viernes, abril 07, 2006

Vientos de cambio...

Llevo tiempo sin actualizar el blog, en parte porque he estado muy liado, en parte porque últimamente es imposible acceder desde mi trabajo (¿estará censurado como en China?) y en parte también porque todavía estoy pendiente de saber una fecha concreta para los cambios
que quiero anunciar...

De todos modos, cuando tenga tiempo intentaré poneros al día con mis últimas aventuras: la semana pasada estuve en Hong Kong, visitando las personas y los lugares que representan para mí la ciudad, y mañana mismo salgo para Vietnam 10 días a recorrer la parte norte: la bahía de Halong y las minorías étnicas de Sapa, en la frontera con China y Laos, que en su día no me dio tiempo a visitar...





...pero todo esto serán lágrimas en la lluvia que aún tiene que llegar... ^______^