
La verdad es que últimamente todo me sale bien. No me puedo quejar de nada. Y sin embargo, me siento un poco perdido. No sé si es
Madrid, succionando mi energía vital a través de ese portal al infierno que es la línea
6(66) del metro (la gris, con parada en Opañel : ), si son estas fechas, que de pequeño esperaba con ilusión y que ahora me entristecen cada vez más, o si últimamente he estado leyendo demasiados fragmentos de
Bukowski... probablemente un cocktail de circunstancias que hace que esté un poco alicaido... no triste, y siempre con una sonrisa, pero sí con cierta melancolía invernal... pero tengo que zarpar de viaje, esta vez por trabajo, así que hago la maleta a última hora (no me olvido casi nada) y emprendo el viaje a la otra orilla del charco.
New York,
New York...
Day 0 (sábado)
1 taxi
2 aviones
3 metros
4 chequeos de seguridad
5 horas de diferencia
y
100 controles de seguridad después,
llego por fin al apartamento donde voy a pasar una semana.
La
gran manzana, diez años después.
La octava avenida, esquina con la dieciocho.Casi estoy emocionado, a pesar de que los estados unidos no son mi destino favorito, y decido salir a dar una vuelta para ver el ambiente. Estoy físicamente muerto, son las nueve de la noche (seis horas más en España), llueve y hace una temperatura por debajo de cero grados, así que mi excursión acaba convirtiéndose en una rápida vuelta a la pequeña manzana que me lleva directo a la cama para dormir doce horas seguidas.
Day 1 (Domingo), Día de Reyes

El apartamento es compartido. Lo compruebo cuando me equivoco de habitación y casi me meto en la cama con mi vecina, que había dejado la puerta abierta y estaba durmiendo medio desnuda. Lamentablemente se despierta a tiempo y me echa una bronca de mil demonios. No es manera de empezar el día, así que cojo la cámara de fotos y me escabullo antes de que acabe de despertarse . Con suerte, pensará que lo ha soñado.
Encuentro un bar cerca de casa (en realidad, me he perdido) donde desayunar:
Florent. Es el típico garito de película, de esos que abren 24 horas y que te sirven café antes de pedir nada. En la pared, una cabeza de alce disecado hinchable me mira con ojos tiernos. Está adornada con unas uvas de plástico alrededor, y mientras devoro unos huevos fritos pensativo (ayer no cené), no puedo dejar de asociar la escena con alguna especie de ofrenda a
Baco. Acabo los huevos y el café, me despido con una inclinación de cabeza del alce, que de momento es la criatura más comunicativa que he encontrado, y salgo a patear las calles.
Avenida arriba, calle abajo. Me gusta la ciudad. Tiene vida, y muchísima diversidad cultural: (vamos, que de cada cuatro habitantes uno es indio, otro hispano, otro asiático y el último americano). Paseo por
Central Park, por
Broadway, por la
Zona Zero, por el
Hudson... el ambiente es muy agradable, pero echo de menos alguien con quien compartirlo. Probablemente podría hacer algún amigo en la zona donde está el piso, porque está lleno de banderas arcoiris, pero la sociabilidad no es muy fuerte, así que vuelvo a casa tarde, solo y con los pies destrozados. Descubro que mi compañera de piso ya se ha pirado (¡uf! llevaba todo el día pensando cómo disculparme), y que tengo otro compañero de piso, aunque es tan callado y misterioso que parece un fantasma. Estoy tan aburrido que todo esto tiene una parte positiva: me pongo a estudiar, que falta me hace para los exámenes.
Day 2 (Lunes)
El viaje es por trabajo, así que hoy me toca ir a la oficina. Está muy cerca y tardo menos de cinco minutos andando. Desayuno con calma y me llevan a mi puesto. A partir de aquí se acabó la tranquilidad.
Pensaba que venía para un curso de formación, pero me sientan en una mesa para atender en primera fila a los usuarios que tienen problemas con sus ordenadores. Para más inri, es un lunes después de vacaciones y hay unos cuantos. Sólo hay un par de pegas: Llevo apenas un par de meses en la empresa y todavía tengo que aprender muchas cosas, trabajo en una oficina pequeña de una décima parte del tamaño de ésta y en los Estados Unidos todo el mundo usa Mac, un ordenador prácticamente desconocido para mí... en resumen, mis habilidades no son muy útiles a la hora de resolver problemas... Pero yo soy un tío con recursos, así que hago piña con mi compañera para la jornada, una hembra
afroamericana de voluminosas proporciones, que me recuerda inconscientemente el anuncio de los conguitos (tengo que morderme la lengua más de una vez para no silbar aquello de "sabemos requetebien" : ) y le encasqueto todos mis problemas.
Al principio no se me daba demasiado bien, la verdad. Estas cosas me dan apuro, incluso vergüenza, y casi me sentía culpable... pero según ha ido pasando la jornada he ido perfeccionando mi técnica y puedo decir que he salvado el día honrosamente. Al final, como cuando hablaba en inglés todo el mundo me pedía que repitiera las cosas, he optado por señalar con el dedo, y me he convertido en todo un experto.
Hoy he aprendido:
- a señalar a mi compi (
la conguito, porque mi compi de piso también ha aparecido por allí haciéndose el sueco y también le he señalado, sólo por fastidiar... bueno, y por costumbre, porque se le coge el gustillo a apuntar con el dedo).
- a señalar al tío de los móviles (
Ron, ése es fácil, si mi compañera se hubiera llamado Ginebra, tampoco habría tenido problemas para acordarme)
- a señalar el almacén.
Así que cada vez que venía alguien y mi compañera estaba ocupada, yo señalaba con el dedo en su dirección para que la gente pidiera turno (eso sí, con mucha profesionalidad). Creo que ella no estaba muy contenta, pero yo lo he hecho lo mejor que he podido. De hecho, ha habido un momento en que se ha formado una cola tan grande que hemos tenido que pedir ayuda. La culpa, aunque no he dicho nada, ha sido de mi compi porque, aunque ha empezado a venir más gente, yo seguía señalando con la misma velocidad, pero ella no era capaz de seguirme el ritmo y, para colmo, no dejaba de resoplar mirándome de reojo. Tengo que decir que la jornada ha sido un poco frustrante (no me gusta que mi trabajo no rinda adecuadamente por la incapacidad de otros miembros del equipo, pero no he dicho nada porque soy nuevo y no me gusta hablar mal de mis compañeros), así que a la salida me he ido a dar una vuelta para tomar el aire, aprovechando que hoy hacía bueno...
Y de momento, aquí estamos, echandoos un poquito de menos y tratando de sobrevivir una semana en
la tierra de la libertad... seguiremos informando. Mientras tanto, os dejo con un poema de Bukowski,
"el genio de la multitud", y mucho
Pis&
Love
"The genius of the crowd"There is enough treachery,
hatred violence absurdity
in the average human being
to supply any given army on any given day
and the best at murder
are those who preach against it
and the best at hate
are those who preach love
and the best at war finally
are those who preach peace
those who preach god,
need god
those who preach peace
do not have peace
those who preach love
do not have love
beware the preachers
beware the knowers
beware those who are always reading books
beware those who either detest poverty or are proud of it
beware those quick to praise
for they need praise in return
beware those who are quick to censor
for they are afraid of what they do not know
beware those who seek constant crowds
for they are nothing alone
beware the average man the average woman
beware their love,
their love is average
seeks average
but there is genius in their hatred
there is enough genius in their hatred
to kill you
to kill anybody
not wanting solitude
not understanding solitude
they will attempt to destroy anything that differs from their own
not being able to create art
they will not understand art
they will consider their failure as creators
only as a failure of the world
not being able to love fully
they will believe your love incomplete
and then they will hate you
and their hatred will be perfect
like a shining diamond
like a knife
like a mountain
like a tiger
like hemlock
their finest art