martes, noviembre 15, 2005

Samurai Wars: A new hope

He perdido la cuenta de las veces que he intentado por un medio u otro vivir en Japón y experimentar ese país que tanto me fascina. Conocer sus gentes, aprender su idioma y su cultura... ¡vivir!
Y ahora, que por fin lo he conseguido, no sabría explicar muy bien cómo me siento. Emocionado y entusiasmado, ante todo, pero también un poco asustado. Por un lado está el miedo a lo desconocido, a un país nuevo, a un nuevo trabajo... pero aún un miedo mayor a desaprovechar el tiempo, que se va volando, o a no cumplir mis expectativas... eso en Japón. Y en España empiezo a sentir también que llevo mucho tiempo fuera, que la distancia pesa y que la vida sigue aunque uno se quede un poco al margen, en la orilla de ese gran río que no deja de fluir...



Tras mi regreso de Hong Kong he pasado dos meses locos que me han mantenido alejado de internet y en los que no he podido organizar las vacaciones que tenía previstas. Pendiente de firmar papeles, de hacer entrevistas, de gestionar visados, de retrasos y adelantos de mi fecha de partida, de viajes en autobús, avión y tren, de reencuentros y separaciones, de Glasgow, Madrid y Bilbao... como siempre, demasiadas cosas en demasiado poco tiempo, de modo que he tenido que dejar muchas aventuras en el tintero para futuras excursiones de mi pluma y me he centrado en intentar recuperar el tiempo con mi familia y amigos.

Y de momento poco más. No tengo más que interrogaciones que añadir a las vuestras, pero el próximo lunes 21 de Noviembre el capitán de goleta Augustus Lucero pisará tierra nipona en la que espero sea su más emocionante aventura hasta la fecha. Y será este diario el que recoja de nuevo la historia más grande jamás contada para mí... la de mi propia vida... que no sería tal sin todos los personajes interesantes que la pueblan... vosotros...
HEIWA TO AI
(PEACE & LOVE)



Próximamente: Rumbo al sol naciente.

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