"...Viento en popa a toda vela...

No corta el mar sino vuela,
Un velero bergantín..."

No sé si será porque estoy leyendo Cabo Trafalgar, de Pérez-Reverte, porque este fin de semana voy a reencontrarme por fin con Raquel después de tres semanas o porque este año estoy mucho más a gusto en Hong Kong (de hecho, he decidido abandonar mi retiro anacoreta, excesivamente solitario tras la marcha de Raquel y la desaparición de mi reptante amigo Wally), pero el capitán de goleta Augustus Lucero ha regresado de su exilio para narrar su regreso a tierras españolas y sus expectativas para el próximo año.

Aunque todavía no tengo la transcripción completa de esta entrega de sus memorias, pongo aquí un fragmento de las mismas:

"...de tal manera que he hecho planes para abandonar el voluntario retiro de mi isla desierta para volver proximamente a Hong Kong. Últimamente encuentro el islote demasiado solitario, en estos días invernales en que echo de menos la compañía de la dama Raquel y en los que incluso mi reptante compañero ha huido o caido presa del letargo, de modo que paso mucho más tiempo en la ciudad, donde he trabado sincera amistad con los nuevos grumetes llegados de Hispania.

Sucede que, aunque el barco capitaneado sea importante, más aún lo es su tripulación, y estoy extremadamente contento con mis nuevos compañeros de cubierta y saboreo anticipadamente las aventuras y expediciones que este año nos depare.

Por lo pronto, hoy, avergonzado por sus innumerables atenciones, he decidido saquear mi despensa, hasta ahora a salvo de incursiones españolas debido a su inaccesibilidad, y animar la velada con los mejores cargamentos que mis viajes de aprovisionamiento y los contactos con los contrabandistas de la zona me han suministrado y que aquí no se encuentran con facilidad: deliciosas hierbas aromáticas traídas del exótico Pakistán, delicioso jamón del Norte de Hispania y el dulce licor de endrinas que aquí tanto extraño..."

Reunión de bucaneros en las costas norte de Hispania.
A la derecha el capitán Augustus con su gorra de mando indicativa de su estatus.

 "Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar..."

Canción del pirata
José de Espronceda